Una poderosa dinastía femenina. Una marca, emblema de la elegancia. Una mujer con una fuerza inquebrantable y una creatividad desbordante.
Con cuatro años, Marta Rota perdió a su padre, y en cierto modo también a su madre, pues Margarita Jovani tuvo que ganarse la vida para mantener a su familia.
Procedente de una familia de sastres barceloneses, Margarita se había criado entre telas, hilos y patrones, y se le daba muy bien percibir la belleza que puede sacar a la luz o realzar la alta costura, un don heredado y potenciado por Marta.
Esta niña, con una intuición fuera de lo común para combinar colores y prendas, abandonó a edad temprana unos estudios que poco le ofrecían, porque ella solo tenía un deseo: vestir a las mujeres para que se vieran bellas, porque «todo el mundo —tot-hom— tiene derecho a ser hermoso».
Esta novela de Marta Rota, una de las diseñadoras españolas de alta costura más reputadas, creadora de Tot-Hom, es un canto a la necesidad de belleza que alcanza a esa segunda piel sin la que no podríamos relacionarnos con los demás: los vestidos, ese polvo de hadas.