En La hojarasca nació Macondo, ese poblachón cercano a la costa atlántica colombiana que ya se ha convertido en una de los grandes mitos de la literatura universal.
En Macondo transcurre la historia de un entierro imposible. Ha muerto un personaje extraño, un antiguo médico odiado por el pueblo, y un viejo coronel retirado, para cumplir una promesa, se ha empeñado en enterrarle antela oposición de todo el pueblo y sus autoridades. Como en una tragedia griega -el libro lleva como lema una cita de Antígona que recuerda la prohibición de enterrar el cuerpo del Polinices-, el viejo coronel, su hija y su nieto van a cumplir la ominosa tarea. La acción, compuesta por la descripción de los preparativos para el entierro -una media hora- y los recuerdos de un cuarto de siglo de la historia de Macondo, de 1905 a 1928, se narra a través de los pensamientos de estos tres personajes.
«De pronto como si un remolino hubiera echado raíces en el centro del pueblo, llegó la compañía bananera perseguida por la hojarasca. Era una hojarasca revuelta, alborotada, formada por los desperdicios humanos y materiales de los otros pueblos: rastrojos de una guerra civil que cada vez parecía más remota e inverosímil. La hojarasca era implacable».
La crítica ha dicho:
«Cuando de la barbarie no quede ni sombra de recuerdo, las obras de García Márquez seguirán iluminando el corazón de multitudes con su destello inagotable».
Ricardo Moreno, El País
«Para García Márquez, el mundo esconde misterios con los que podemos convivir y que incluso son necesarios, pero también milagros que no podemos entender, que hablan en nombre de fuerzas desconocidas por los hombres. La hojarasca aúna el estilo temprano y tardío de García Márquez. El primero merece nuestro respeto; el segundo nuestra celebración».
Peter S. Prescott, Newsweek
«La textura es de prosa poética, y la intención una restitución de creencia religiosa. Pero el sentimiento que permanece es como un hechizo, una sensación de haber resistido al terror y la magia».
Paul Theroux, Chicago Tribune
«García Márquez tiene una imaginación asombrosamente fuerte, y escribe con la serenidad de un hombre que sabe exactamente las maravillas que puede llevar a cabo. En la tierra de Márquez suceden cosas extrañas. Como ocurre con Emerson, Poe o Hawthorne, cada frase rompe el silencio de un vasto vacío, la famosa "soledad" del Nuevo Mundo que representa la desesperación inconsciente de sus personajes es la marca personal del genio garciamarquiano».
Alfred Kazin, The New York Times Book Review
Sobre la obra de García Márquez:
«El imaginario del novelista se ha convertido en un lugar mítico de las letras universales».
La Razón
«Un genio».
Julio Cortázar
«El Quijote de nuestro tiempo».
Pablo Neruda
«García Márquez es ese ejemplo realmente espléndido de la literatura que gusta mucho a mucha gente, lo cual es muy poco frecuente».
Juan García Hortelano
«El mayor juglar de nuestro tiempo, el hombre que por lo menos nos ha hecho menos infelices, o quizá rotundamente más felices en estos tan infelices tiempos que nos ha tocado habitar».
Rafael Conte
«García Márquez aprendió del periodismo el arte de contar historias, demostrándose a sí mismo que era un extraordinario maestro del ritmo, la sorpresa y la estructura».
The Guardian