¿Qué habría pasado si el Hada Azul no hubiera podido ayudar a Pinocho?
«Estrellita, la primera que esta noche divisé…».
Así comienza el deseo que lo cambia todo para Geppetto, el Hada Azul y una pequeña marioneta llamada Pinocho. El Hada Azul no puede conceder deseos en el pueblo de Pariva, pero este en concreto despierta algo en su interior. Quizá es la esperanza que se esconde tras la soledad de ese hombre tan anciano.
O quizá es porque, hace mucho tiempo, el Hada Azul no era más que una muchacha llamada Chiara con un único sueño: ayudar a los demás a ser felices. Su hermana, Ilaria, siempre se burlaba por tal cosa, pues ella sí tenía grandes aspiraciones: irse de aquel pueblo aburrido y convertirse en una cantante de ópera de renombre. Mientras que Ilaria habría dado cualquier cosa por que un hada cumpliera su deseo, Chiara no creía en las leyendas por las que su pueblo era famoso.
Cuarenta años después, Chiara, ya como el Hada Azul, desafía las reglas de la magia para ayudar a un antiguo amigo, pero la descubre el Hada Escarlata, que no es otra que su hermana Ilaria, quien, tras décadas de resentimiento, le reprocha la trasgresión. Las dos hadas deciden resolver el conflicto con una apuesta que pondrá en peligro el destino de Pinocho y de Gepetto.
¿Encontrarán las hermanas la manera de reconciliarse? ¿O será esta una apuesta por la que tendrán que pagar un precio demasiado alto?