Desde la primera proyección cinematográfica hace 125 años, el modo de ver películas no ha dejado de evolucionar. Las salas de cine se resisten a desaparecer, incluso en el contexto desafiante de los últimos confinamientos, pero el visionado de películas y series en casa ha ido creciendo, con las emisiones televisivas, el DVD y el Blu-ray.
El último paso del consumo audiovisual doméstico ha sido a través de internet en las plataformas digitales. Aquí se ha posicionado muy bien Netflix, que con poco más de veinte años de existencia ha sabido adaptarse al entorno cambiante, pasando de videoclub a productora, distribuidora y exhibidora, y ofreciendo su producto en los cinco continentes mediante un solo clic.
La crítica ha dicho:
«El autor de este libro hace un estudio interesante de como se van desarrollando estas plataformas y a dónde podemos llegar.»Ángel Cabrero Ugarte, Club del Lector
«Un necesario y condensado resumen con mucha sustancia y poca paja, sumamente útil para quien quiera enterarse de qué va la fiesta del cine en estas primeras décadas del siglo XXI.»Ana Sánchez de la Nieta, Aceprensa