Nueva edición actualizada.
Hoy en día la conciencia entre los adultos sobre la importancia de la inteligencia emocional es total y absoluta. Sabemos que sin un buen conocimiento de lo que sentimos no podemos afrontar con sabiduría ninguna de las situaciones de nuestro día a día. En definitiva, una gestión eficaz de las emociones es clave para nuestro bienestar. Y lo que es bueno para los adultos es todavía mejor para los más pequeños. Por este motivo, la pedagogía emocional se ha convertido en el pilar educativo fundamental del siglo XXI.
Si mostrar las emociones ha dejado de ser un tabú, lo que nos toca ahora es aprender a enseñar a los niños y niñas a reconocerlas, identificarlas y entenderlas para que lleguen a elegir la más adecuada en cada momento. El mayor regalo que les podemos hacer a nuestros hijos para que crezcan sanos, felices y conscientes de quiénes son, es enseñarles a convivir con sus emociones y con las de los demás de forma sana y equilibrada.
Mar Romera expone las dificultades y los conflictos más comunes que padres y madres se pueden encontrar durante el proceso de aprendizaje en la infancia, y propone formas de actuar que mejorarán la capacidad de análisis y de actuación en las relaciones entre padres e hijos.