Las crisis se suceden. La desigualdad aumenta, el crecimiento se estanca, el medioambiente se deteriora y la pandemia de la Covid-19 ha dejado al descubierto las debilidades del sistema. Cada vez se oyen más llamamientos a un cambio radical, incluso al fin del capitalismo. Pero la respuesta a estos problemas no es la revolución, sino crear un capitalismo mejor. Para eso es necesario comprender y aprovechar el poder de la destrucción creativa: una innovación disruptiva, pero que durante los últimos dos siglos ha generado una prosperidad hasta entonces impensable.
Para explicarlo, Philippe Aghion, Céline Antonin y Simon Bunel se basan en la teoría y los datos más avanzados yanalizan las cuestiones económicas fundamentales de la actualidad, como las raíces del crecimiento y la desigualdad, la competencia y la globalización, los determinantes de la salud y la felicidad, las revoluciones tecnológicas o el estancamiento secular. Y hacen una propuesta revolucionaria y provocadora basada en la innovación.
El poder de la destrucción creativa supone una revisión ambiciosa de los fundamentos del éxito económico y un plan para el cambio que nos enseña que, en última instancia, un futuro justo y próspero está al alcance de la mano. Pero debemos apelar a la creatividad y no tener miedo a cierta destrucción bien regulada.