LA ENERGÍA VIVA DEL COLOR

El color nos acompaña paso a paso durante toda la vida. El color es luz, y luz es lo que buscamos y es quizá de lo que más adolecemos: lucidez, fluidez y claridad para el Camino. El color para el ser humano es pura sensación, una fuerza subjetiva, sutil, discreta pero activa; es determinante. Aún siendo una sutil sensación subjetiva la que nos provoca, cada color y cada tono es una frecuencia del gran espectro solar que nos vivifica. Todos y cada uno de los colores emanan por sí mismos determinadas vibraciones particulares que provocan en nosotros estados anímicos y psicoemocionales, más armónicos y acordes, o menos. No obstante, al combinarse dos colores diferentes, la vibración ya no es la misma que la que emite un solo color, sino que se ve modificada por las alianzas cromáticas.

El color es una fuerza viva y pulsante que siempre se relaciona con nosotros en el día a día. La sinergia de colores y formas en la que estamos inmersos, la combinación energética de luces y tonos con los que convivimos en nuestro espacio, ese cromatismo que tanto nos influye psico-anímicamente en nuestra indumentaria, o en nuestro ambiente privado o laboral, en las elecciones del arte y de toda la iconografía que nos rodea, es un factor determinante y de connotaciones sanadoras o alteradoras. Esta obra nos propone ser más conscientes del color como un principio activo, terapéutico y anímico.

El color visto como ente vivo es la trama de esta reciente obra de Marta Povo, artista y sanadora, creadora e impulsora de la Geocromoterapia desde 1994, terapeuta, escritora y gran experta en impulsar al ser humano a tomar conciencia de sí mismo mediante: los valores de la luz, del color y de las aplicaciones de la sagrada geometría. La sacralidad de la luz como base de nuestra búsqueda de equilibrio y expansión, es hoy el discurso de esta autora que tanto nos ha nutrido con sus 19 libros anteriores, un discurso dirigido a terapeutas, artistas, diseñadores, maestros o pedagogos, y a toda persona sensible que desee explorar el mundo espiritual que se esconde detrás del material o aparente.