A fines de los ochenta, cinco chavales que veraneaban en la sierra de Madrid resolvían todo tipo de misterios. Fueron bautizados como Los cinco superdetectives.
Pero el verano de 1992 todo cambió. La vida los llevó por distintos caminos y sus casos fueron a parar al baúl de los recuerdos, junto a los patines, los libros de Enid Blyton o el yoyó. Ahora los cinco rondan los cuarenta y no podrían ser más diferentes.
Una novela que recrea la última aventura de Los cinco superdetectives en Madrid, que combina la nostalgia con un sentido del humor muy gamberro que conectará con todos los lectores que fueron a la EGB, aquellos nacidos en el baby boom español.