En la Venecia del siglo xviii, el Ospedale della Pietà es un hospital-convento que acoge a las numerosas niñas huérfanas abandonadas por sus madres. Las niñas residentes reciben una exquisita educación musical de la mano del maestro Antonio Vivaldi. La formidable complicidad establecida por el autor de Las Cuatro Estaciones con estas vírgenes da como resultado unas voces angelicales que encandilan a toda Venecia. Una de ellas es la de Anna Maria dal Violin. Desde muy joven, le ha escrito cartas a esa madre desconocida a la que tanto anhela conocer algún día.