La movilidad no es una tecnología, sino un cambio de paradigma. El usuario, como ciudadano, profesional o visitante, se encuentra en un estado de movilidad permanente, representada por la omnipresencia de los teléfonos móviles en nuestra sociedad. Este libro se pregunta por qué no han llegado a alzar el vuelo servicios tan valorados como el aparcamiento vía móvil, los servicios de turismo o las soluciones para personas con deficiencia visual, a pesar de las astronómicas inversiones en infraestructuras digitales que se han llevado a cabo en la última década. ¿Por qué estas infraestructuras, pese a ser accesibles a un 60% de los ciudadanos del mundo, no han supuesto el impacto de productividad que tuvo internet para nuestra economía?