La tesis que está presente a lo largo de toda esta reflexión es que el mundo juvenil es un buen lugar de aprendizaje para tratar de identificar por dónde van los futuros derroteros de la configuración creyente en contextos socioculturales nuevos. En cierta forma, los jóvenes son ya participantes -al mismo tiempo sujetos y víctimas- de ese horizonte sociocultural que adivinamos a partir de las transformaciones del presente. Las nuevas generaciones han nacido en unas condiciones sociales, económicas, tecnológicas y culturales que influyen notablemente en una determinada manera de ver y de situarse en el mundo. El mundo humano sigue estando en proceso de construcción, y la juventud se coloca en él de un modo especialmente significativo para futuros aprendizajes.
La reflexión que se vierte en estas páginas ha surgido en el contexto del diálogo y el contraste producido en el seno de un equipo de investigación de la Facultad de Teología de la Universidad de Deusto. El tema general de la investigación ha sido «La reconstrucción del creer», que se sitúa en el marco de las profundas transformaciones socio-culturales que está experimentando nuestra sociedad y en el que la fe cristiana tiene el desafío de repensarse con profundidad, de reconfigurarse socialmente con fidelidad a una tradición que «no es un acontecimiento acontecido, sino un acontecimiento que acontece» y de expresarse en un contexto socio-cultural inédito.