Esta páginas son una invitación a todo educador ?profesor o padre? a escuchar su propio interior como palabras al oído, porque seguramente las necesita para vivir su nada fácil tarea de educar hoy, con las alas desplegadas y volando sobre un mar demasiado revuelto.
Espigando ?dice el autor? entre mis reflexiones, estudios, desvelamientos, búsquedas, desaprendizaje de teorías y malas prácticas; revisando con serenidad mi práctica educativa; releyendo mis apuntes pedagógicos; bebiendo de la sabiduría de autores de prestigio, sobre todo de filosofía, ética, poesía y pedagogía, han nacido estas Palabras al oído de un educador, que solo desean susurrar. No pretenden demostrar ni convencer, solo necesitan un oído que atienda. No pretenden, querido lector, que tragues sin masticar... pero sí te invitan a que, si lo que masticas te parece interesante, aunque al principio se te haga un poco duro, ácido o amargo, lo rumies despacio en tu corazón.