La vida de los monjes nos produce, a los que no lo somos, cierta curiosidad y perplejidad debido, en gran parte, a desconocimiento. Enzo Bianchi contesta a las preguntas de G. Caramore y nos expone las características de esta otra forma de vivir, llena de un dinamismo que nada tiene que ver con los muros, generalmente vetustos, en los que viven los monjes. Se nos presentan así, con un estilo claro y ameno, ciertas paradojas que no son sólo propias del monacato sino de cualquier persona que quiere vivir seriamente la vida cristiana: soledad y compromiso, obediencia y libertad, autonomía y comunidad, trabajo y oración, etc.