Los "cachorros de nadie", protagonistas de estas páginas, son llamados por muchos inadaptados, psicópatas, tarados, viciosos, marginados, delicuentes, subproductos del desarrollo... Para que el análisis supere el simplismo caricaturizador, debería preguntarse: ¿marginado respecto a qué?, ¿hasta dónde?, ¿por qué el 100% de los menores acogidos en centros de reforma proceden de familias extremadamente pobres e indefensas y por qué las cárceles de jóvenes albergan idéntica población? Con este afán realista, y con apasionamiento indisimulado se han escrito las páginas de este libro.