El Sol es la estrella más cercana a la Tierra, y la única que puede observarse en detalle. También ofrece la ventaja práctica de ser visible durante el día, a diferencia de cualquier otro objeto astronómico. La cantidad de energía que emite el Sol lo convierte en un objetivo potencialmente peligroso para los astrónomos aficionados. Sin embargo, utilizando las técnicas adecuadas y una atención especial, los riesgos se pueden reducir al mínimo. Después de una introducción al Sol como estrella, Lee Macdonald se centra en aspectos completamente prácticos y de interés para astrónomos aficionados: la seguridad, el equipamiento necesario y su utilización, el registro de las observaciones y la captación de imágenes solares con cámaras convencionales o digitales.