“Los artistas no tienen más remedio que expresar sus vidas. Lo único que pueden elegir, y no siempre, es el proceso. Ese proceso no cambia el contenido esencial de su trabajo artístico, que solo puede ser su vida”.
La renombrada artista plástica Anne Truitt llevó un diario durante siete años con la determinación de explorar las fuerzas que regían su cotidiano y su arte. Con una sensibilidad exquisita y una honestidad que conmueve, la autora escribe sobre el proceso creativo, sobre sus hijos que se están convirtiendo en adultos y cómo eso transforma la maternidad, sobre los consejos que recibió de otros artistas, sobre la crítica, la soledad y el problema del dinero.
Truitt busca entender esa vida en la que las actividades diarias y la necesidad de estar con niños y con amigos se contrapone de manera constante con el mundo del color y la geometría abstracta en el que situó su arte.