Hace más de un siglo, mientras la sicalipsis –la contracultura de cupletistas, artistas «frívolas» y defensoras del feminismo más salvaje– se extendía como si se tratase de una epidemia, surgían las ¡supersicalípticas!, nuestras primeras y más atrevidas modernas. Lo hicieron en 1902 a través de Las Mujeres en la Intimidad, una revista erótica que sus editores llamaron «Portfolios Supersicalípticos». Dos de aquellos prodigiosos números, «Cómo se arman las mujeres» y «El manejo del arma», eran tremendos y marcaron el inicio de un proceso de transformación social. Poco a poco, la mujer irá abandonando su papel de «ángel del hogar», y aquellas que no ponían la otra mejilla serían descritas como desfeminizadas y, por supuesto, locas.