Los cuentos de Flotar, pude orbitan en torno a la familia, explorando los afectos que nos sos
tienen mientras aprendemos a habitar el mundo, pero también las experiencias de pérdida y
violencia que marcan a esa primera comunidad identitaria, las heridas y vacíos que convier
ten un cuerpo interrogante en un territorio de síntomas y apegos. Flotar, pude es también
un recorrido por los deseos, por espacios desaparecidos en los que se ha detenido el tiempo y
por los objetos que apuntalan una vida y hacen palpable la memoria: un piano dolorosamente
arrebatado, el ojo de vidrio de la abuela tuerta o una muñequita con alas que alguien que acaba
de morir conservó durante 30 años. El agua, el mar -rastro de todos los peligros y miedos, pero
también, paisaje hechizado, acercamiento a lo inasible y a lo infinito, invitación a la sensua
lidad o continente del misterio- vincula y hermana las diez historias del esperado libro de la
escritora ecuatoriana Gabriela Ponce Padilla, que tanto sorprendió y estremeció a los lectores
con su primera novela, Sanguínea, adaptada al teatro por Casa Amèrica Catalunya.