Gerardo Horacio Porcayo relata la segunda parte de Volver a la piel, donde el planeta ha sido gravemente atacado y gran parte de la población mundial se ha reducido sobremanera, los territorios históricamente marginados ahora son una especie de arca de Noé y los clones siguen siendo indispensables no sólo para la nanotecnología, sino también para la economía global. Quizá algunas versiones de Morair Saer pudieron revitalizarse, otras no, como el caso de Mawr, quien despierta siendo bilógicamente mujer y será a quien le toque vivir en cuerpo y alma varios aspectos que resulten gratos, tristes, lamentables y hasta perturbantes.