Una jauría de jóvenes perros poetas de diversas procedencias sale cada noche a la caza del pájaro de fuego. Ansían robar uno de sus huevos con el cascarón intacto, pero regresan al cabo de los años de los bosques urbanos lamiéndose las heridas, derrotados y hambrientos, sin un solo hueso digno de mención. Y lo peor de todo es que ya no son los mismos. Ahora se han transformado en gato, hormiga, abeja, sapo, ajolote... Hasta que un verano un par de ellos creen haberse convertido en la zorra del cuento porque las uvas, al fin maduras, están ahí al alcance de la mano. Cuelgan de lo alto de un contenedor portuario, por donde revolotea una urraca y merodea el lobo. Y entonces empieza la fiesta.