A diferencia del polo norte, que es un mar helado, la Antártida es un continente cubierto de hielos. Presenta una geografía accidentada, con largos valles, grandes cadenas montañosas, enormes llanuras y, en las costas, bahías, playas, cabos y penínsulas, aunque en gran parte invisibles bajo el hielo. En algunas zonas existen los llamados valles secos, no cubiertos por el hielo, en los que descubrimos a veces algunos lagos y algún rio. Este continente goza hoy de protección y solo se llevan a cabo en el mismo estudio científicos. Las aguas que circundan la Antártida son también muy ricas, atrayendo a grandes cetáceos como las ballenas, que se benefician aquí de la abundancia de krill. Hay además grandes bancos de peces que sirven de alimento a otros cetáceos así como también a las focas, siempre numerosas, y otros pinnípedos. Abundan las aves marinas, que cuentan aquí con un grupo exclusivo de estos mares polares australes. Los pingüinos.