Sé bondadoso recalca la importancia de entender que la fuente de la bondad está en la mente, no en el comportamiento. Y expone que víctimas y victimarios, opresores y oprimidos, todos los que caminamos por esta tierra estamos librando la misma dura batalla con el ego.
Así apunta a la completa igualdad que hay entre nosotros, sin excepción, que es la marca distintiva de la verdadera espiritualidad frente a la separación, las distinciones y las jerarquías del sistema de pensamiento del ego