Lo cotidiano es una osadía por mi parte. Un deseo que creí inalcanzable, un gusto, una alegría y un lujo que me permito.No es la forma habitual que utilizo para expresarme y, sin embargo, tambiénestoy aquí: en el nombre de los personajes o en las ciudades, en muchosdetalles. He exagerado la realidad, la he cambiado y he intentado hacerla unpoco más mía. Un poco más amable. Buscando, incansable, la bondad y labelleza también en lo cotidiano.