La disputa entre dos hermanos, dueños de un circo que recorre los desiertos del norte de México, provoca una separación: cada uno de ellos, con un puñado de artistas, toma un camino diferente. El relato nos lleva detrás de don Alejo y aquellos que, sin remedio, lo siguen: Hércules, Barbarela, Fléxor, Mandrake, Balo, Narcisa, Mágala y el enano Natanael, entran en una deriva que desemboca en un pueblo abandonado donde finalmente deciden quedarse, abandonar la vida del circo y construir su propia sociedad, una suerte de cementerio de cirqueros al que bautizan como Santa María del Circo.