Ramon Curcó Rubio vivió una vida para ser contada. Así lo acreditan los
rastros que ha dejado de su paso por este mundo. Fue un emigrante salido
de una familia campesina del Poniente catalán que, nada más empezar el
siglo XX, saltó al otro lado del Atlántico, de donde no volvió hasta quince
años después, convertido en un indiano modesto, pero indiano en el
sentido originario del término. Cuando partió era un joven con un ideario
republicano y progresista construido en el seno familiar, que alcanzaría
la más inequívoca expresión ya entrado en la madurez, en Venezuela, el
último de los países americanos por los que se movió. Indiano, republicano
y hombre activo y comprometido, fue fusilado por Franco. Ahora, su nieta,
la historiadora Conxita Mir, cuenta su vida en este libro.