Hay imágenes que llegan a convertirse en referentes para las ciudades, adquiriendo el carácter de símbolos identitarios que trascienden a su valor devocional, de modo que vienen a ser asumidas incluso por quienes no tienen inquietudes religiosas. Por toda España y, muy concretamente en Andalucía, tenemos sobrados ejemplos y uno de ellos es Nuestro Padre Jesús Cautivo, titular de la cofradía penitencial que tiene su sede en la iglesia de San Pablo, enclavada en el barrio del mismo nombre.
La estampa icónica del Señor de blanco se ha ido imponiendo en Málaga para trasmutarse en todo una enseña de la que se hace gala, ya sea en la noche del Lunes Santo o en las tardes de partido en la Rosaleda. Su imagen está imponentemente presente en cuadros o almanaques, en las tiendas de los barrios, o en azulejos en las fachadas de las casas, pero sobre todo en el corazón de la ciudad.