Creada en 1929, esta primera aventura de Tintín sorprende por una nueva y moderna legibilidad al ser coloreada en 2016, mucho después de la desaparición de Hergé. Ya dotado de una energía entusiasta, Tintín en esta aventura se sube a un potente coche descapotable y, para expresar velocidad, Hergé levanta el flequillo de la frente… para siempre, en un tupé que quedará como su rasgo físico característico.
El joven autor tenía 21 años y siempre había demostrado una gran habilidad con el lápiz sin haber estudiado dibujo. No sabía que acababa de crear un héroe que se convertiría en universal y mítico en el transcurso de sus veinticuatro Aventuras…