Detrás de todo discurso de un entrenador o director de teatro, existe una concepción filosófica de la vida, que se proyecta en su manera de plantear los partidos o las puestas en escena. Así, podríamos entender que existen entrenadores más stanislavskianos que brechtianos, más artaudianos que meyerholdianos, sin mencionar el «tercer teatro» a lo Barba, o la «posdramaticidad» al estilo de Rimini Protokoll y sus seguidores. Sin duda, a Mourinho le interesaría más El teatro de la crueldad de Artaud que Mi vida en el arte de Stanislavski; y a Guardiola, más El teatro épico que a Zidane, quien quizás elegiría El espacio vacío de Peter Brook.
Guillermo Heras reúne, en este libro, once obras de otros tantos autores que desprenden pasión por el fútbol, que construyen las historias alrededor de este deporte, y que profundizan en los conflictos sociales, filosóficos y humanos de cada uno de los personajes. Este libro no termina tras noventa minutos, sino que es una invitación para disfrutar de la algarabía continua, esencial en el fútbol y el teatro.
«Stanislavski dijo que el teatro es un laboratorio de pasiones, lo mismo podríamos decir del fútbol. Pirandello señaló que el teatro era una metáfora del delirio, y también podríamos decir eso de este deporte, especialmente en los partidos absolutamente inolvidables».
Juan Villoro
«El fútbol es representación. Tratar de hacer una representación sobre el fútbol resultaría una redundancia. Sería como meter un espectáculo dentro de un espectáculo. Es muy difícil sustituir una incertidumbre por otra, un miedo por otro».
Jorge Valdano