Diario de un viejo loco resulta de una valentía inaudita: por la época en la que fue escrita, por los temas tratados con una sinceridad pasmosa —los achaques de la vejez, la sexualidad de los mayores, el fetichismo y la dominación—, muchos de ellos tabúes incluso hoy en día, y, sobre todo, porque resulta inevitable establecer paralelismos con el propio autor, Tanizaki, ya un anciano venerable cuando escribió esta genial y divertidísima obra.
El señor Utsugi es un anciano sabio, respetable abuelo y cabeza de una familia adinerada a la que guía con mano firme. Vive en una gran casa con su mujer y el matrimonio formado por su primogénito y la esposa de este, Satsuko, una hermosa exbailarina de carácter caprichoso y manipulador de la cual está totalmente prendado...