Si hay una batalla durante la Segunda Guerra Mundial que haya levantado polémicas respecto a las cifras de efectivos empleados, pérdidas, y consecuencias, Kursk es esa batalla. En el verano de 1943 La Wehrmacht lanza su última gran ofensiva en el frente oriental con la esperanza de recuperar la iniciativa y, ya que no derrotar al ejército rojo, al menos evitar ser derrotado por gigante comunista. El enfrentamiento que se produjo, alrededor de un saliente cuya base era la hasta entonces casi desconocida ciudad de Kursk, pasó a la historia como una de las batallas más violentas de la guerra. A diferencia de otras, autores tan carismáticos como Alan Clark y Geoffrey jukes, contribuyeron a perpetuar los mitos hasta el siglo XXI. Es en ese momento cuando el acceso a documentos rusos desclasificados, el estudio pormenores de las fuentes alemanas y la comparación de todo ello ha llevado a escribir buena parte de la batalla. En modo alguno puede considerarse decisivas pues la guerra ya estaba decidida, ni fue el mayor enfrentamiento entre fuerzas acorazadas de la historia (durante la guerra La operación goodwood superarla las cifras de Kursk y estas aún palidecerían ante las grandes batallas acorazadas en el Sinaí y el Golán de 1973. Pero no cabe duda de que fue un formidable enfrentamiento que este trabajo intenta mostrar desde la perspectiva más actual.