Conocido universalmente gracias a sus dos grandes obras, La dama de blanco y La piedra lunar (ambas editadas por Montesinos), Wilkie Collins es autor de un buen número de novelas y relatos. Monkton el loco es una de sus piezas fantásticas más perfectas. Escrita en un tono a la vez reposado y tenso, rítmico y escueto –estilo común a toda su obra y que ha desatado las alabanzas de Borges, Eliot y Swinburne–, esta breve obra maestra narra la angustia y desventura de un joven abocado a la muerte, o mejor dicho, a la ambigu¨edad de una muerte probable. Todo podría reducirse, para Alfred Monkton, al padecimiento de una fuerte neurosis obsesiva. Pero una sucesión de pequeños elementos instaura esa duda abismal ente lo desconocido que caracteriza a los mejores ejemplos de un género, el fantástico, en el que Monkton el loco se inscribe con todos los honores.