Antropología procede de la palabra griega anthropos, que vendría a significarlo que ahora llamamos «persona». Intenta responder a la pregunta clásica: ¿qué es el hombre, la mujer?, desdoblada por Kant en ¿qué puedo conocer? (ciencia), ¿qué debo hacer? (ética) y ¿qué puedo esperar? (religión). Pero se resume además en los interrogantes:
¿quién soy yo?, ¿quién eres tú?, ¿quién es él, ella?, ¿quiénes somos?
En el fondo, la antropología pretende responder a la sentencia que figuraba en el friso del pórtico del templo de Apolo, en Delfos: «conócete a ti mismo», para poder conocer después también a las demás personas. Por tanto, la antropología será esa difícil ciencia que intenta adentrarse en el complicado e inagotable misterio de lo que es cada persona humana. En estas líneas, se propone una perspectiva psicológica, dirigida a alumnos y a un público en general.