Durante las últimas décadas han conocido un auge extraordinario las ciencias que se ocupan del sistema nervioso. La pujanza de la investigación en este campo por fuerza había de tener consecuencias filosóficas, pues toca muy de cerca la intimidad humana. Sin embargo, no son los filósofos, sino los neurocientíficos quienes han asumido la responsabilidad de diseñar una antropología basada en lo que hemos averiguado del cerebro. Así han ido surgiendo rudimentos de una disciplina que bien podría denominarse neurofilosofía. En este libro el lector encontrará trece contribuciones al diálogo entre ciencia y filosofía en torno a problemas de la mente y conducta humana. Todos son filósofos por vocación, aunque algunos ejerzan profesionalmente la investigación científica. Aunque predominen concepciones que cabría llamar humanistas, la pretensión de los editores ha sido reunir planteamientos interdoctrinales, puesto que no puede ni debe ser obviado el naturalismo característico de muchas valoraciones contemporáneas de la relación mente-cerebro. Lo que mueve a los autores no es el deseo de atacar ciertas tesis o defender otras. Lisa y llanamente quieren penetrar un poco más en el conocimiento del ser y actuar del hombre.