Maria Salomea Sklodowska, una joven polaca criada en un ambiente
familiar abierto e igualitario, sueña junto a su hermana con irse a París a
cursar estudios superiores. Con una inigualable capacidad de
trabajo y una fuerte convicción, no solo conseguirá llegar a París y cursar
estudios superiores licenciándose en Física, sino ser la única mujer de
su promoción... y superar con su expediente a todos sus compañeros.
El siguiente paso será licenciarse también en Matemáticas, tras lo
que emprende algo nunca visto en Francia: una tesis doctoral defendida
por una mujer. Investigaciones sobre las sustancias
radiactivas es el trabajo con el que obtuvo el Doctorado,
en 1903. También es la base de las investigaciones que le hicieron
merecedora del premio Nobel de Física ese mismo año, y del
premio Nobel de Química en 1911, convirtiéndose en la primera persona
en recibir dos veces el galardón.