Actualmente las instituciones públicas estatales e internacionales y los entes financieros, bajo la retórica del miedo, envían un mensaje apocalíptico: «cada vez será más difícil pagar las pensiones».
Esta alarma social ha calado profundamente en la opinión pública, pero los autores de este libro desmontan los mitos -o falacias- que construyen esta «crisis»: argumentos que aseguran la imposibilidad del financiamiento público de las pensiones, que confirman el déficit en el presupuesto de la Seguridad Social...
Los fondos públicos de pensiones constituyen enormes flujos de capitales, cuya privatización es un magnífico negocio para el capital financiero, pero ante todo las pensiones son un derecho ciudadano y se deben financiar como todos los demás gastos colectivos de un país.
La «crisis» de las pensiones no es una cuestión de problemas financieros sino de cómo se distribuye la riqueza generada por todos. La «crisis» de las pensiones es una construcción social deliberada, más que cualquier otro cuento.