Frecuentemente se dan casos en los que ciertas enfermedades, síntomas físicos e incluso trastornos del comportamiento, no están bien acotados, llegando incluso a estar totalmente incomprendidos, por médicos o terapeutas que asumen un enfoque “clásico” de la salud. Daniel Meurois sostiene la posibilidad de que el origen de muchos de estos trastornos se encuentre en recuerdos procedentes de existencias pasadas. La detección y posterior comprensión de problemas de origen kármico puede convertirse en el punto de salida de una verdadera maduración interior porque nos proporciona elementos determinantes para sanar nuestro cuerpo y nuestra alma. Apoyándose en numerosos ejemplos, con una prosa elocuente, sencilla y rebosante de imágenes, el autor pone a nuestra disposición los elementos necesarios para poder iniciar por nosotros mismos una comprensión diferente, más rica y sensible, de nuestra propia salud.