La obra más personal de Paula Bonet: el animalario que pintó para su hija durante los primeros meses de su embarazo. Una creación artística que, junto con el diario que la autora escribió esos días, rompe el silencio alrededor del aborto espontáneo.Cuando se trata de nuestros cuerpos todo son tabús. No tenemos por qué hablar bajito y ocultarnos información, tenemos que saber a qué nos enfrentamos para poder estar preparadas. Hablemos de estas cosas, empecemos a normalizarlas.Este libro rompe una lanza a favor de las mujeres para unirse al debate feminista. Paula Bonet pretende alumbrar uno de tantos abismos que, durante décadas, las mujeres han ido sorteando entre tinieblas, para dar voz al silencio, para romper tabúes, exponerlos, señalarlos y, en definitiva, normalizar un tema como el de la gestación y el aborto espontáneo, una realidad tan cotidiana como traumática.Roedores. Cuerpo de embarazada sin embrión es todo eso, y también su libro más personal. Tras haber sufrido dos abortos espontáneos, la autora acude a su propia experiencia para brindarnos su diario más íntimo, donde contrapone el origen de la vida y el de la muerte, explora la corporeidad de la ausencia, comparte miedos y esperanzas, e intenta digerir el dolor de la pérdida.«Mi ratoncita estaba allí quieta, como una osa silenciosa en hibernación.Roedores es un magnífico desplegable ilustrado que la autora pintó y escribió para su hija, y en el que se presentan distintas especies de roedores y sus características. Esta pieza artística única viene acompañada por Cuerpo de embarazada sin embrión , fragmentos del diario más íntimo de Paula Bonet durante ese año traumático.Roedores Cuerpo de embarazada sin embrión se ha dicho:Bonet aborda y visibiliza un tema tabú desde la creación artística y literaria y, sobre todo, desde la propia experiencia. Una pequeña obra de arte con su estilo característico.Sobre la autora:«Es una feminista convencida y hasta indignada, y muchos jóvenes se identifican con su mensaje. Bonet representa un nuevo tipo de artista para una época nueva.Paula Bonet sigue golpeando. Sus azules y rosados son ahora colores pesados cargados de dolor pero con la luminosidad que marca una nueva y necesaria senda.»