A partir de la Guerra de Sucesión, los monarcas españoles del Setecientos se fueron dotando de los medios necesarios para gobernar el reino personalmente y se rodearon de colaboradores, dependientes de su persona y su gracia, pero con una verdadera capacidad de acción.
La relación entre la lejanía regia, el poder delegado y los “agravios”, a la hora de la recompensa y de la promoción, están en la base de una progresiva desafección y de la aparición de fenómenos nuevos que erosionan el complejo entramado político de la Monarquía borbónica.
Otorgando mayor centralidad a los parámetros individuales, el libro propone una reinterpretación de los modelos de funcionamiento y las estructuras de sociabilidad que subyacen bajo el entramado políticoadministrativo de la Monarquía. Se ofrece al lector una completa panorámica de las conexiones entre ideales, actores y culturas representativos de la compleja realidad histórica española de finales del Antiguo Régimen: el papel del individuo en la construcción del Estado, el protagonismo de los actores en los procesos de cambio histórico y estudios de caso dedicados al mundo financiero, la esfera político-administrativa y los hombres de letras. En definitiva, una aproximación científica novedosa a la historia española de finales del Antiguo régimen, una mirada caleidoscópica para comprender cómo durante el siglo xviii y primeras décadas del siglo xix van penetrando en España nuevas formas de pensar y de hacer y por qué muchos de aquellos ilustrados se convirtieron en patriotas interiorizando las contradicciones de vivir entre dos épocas.