No hay nada escandaloso en el ti´tulo de este libro. Apela a lo que ma´s se le ha negado a las mujeres, el acceso al poder poli´tico. El leo´n, asociado a lo masculino, ha representado siempre la fuerza, mientras que la zorra, declinada en femenino, se ha asociado a la astucia y a los engan~os de la seduccio´n. En negativo, estos estereotipos representan tanto la masculinizacio´n del poder como la serie de exclusiones y estigmas que pesan sobre las mujeres en su acceso a e´l. En positivo, apuntan a dos de los atributos fundamentales del poder poli´tico: la fuerza como capacidad de obligar y la seduccio´n como poder de convencimiento. Ambos elementos son indispensables para el feminismo, un enfoque privilegiado para pensar la política y no "un asunto de mujeres y solo para mujeres".