La persona es sujeto y protagonista de toda conducta humana, incluidas las de carácter socioafectivo, sexual y de género. Por ello, todo discurso sobre la madurez de un comportamiento o una actitud, remite necesariamente al tema de la educación integral de la persona, como autora y protagonista. Así, la madurez socioafectiva, sexual y de género, como también la capacidad de amar, comprometen el desarrollo integral de la persona y 02014;según la visión holista del psiquiatra austriaco Viktor E. Frankl, fundador del Análisis existencial02014; la posibilidad de ejercitar el propio rol de género de modo libre y responsable. En este sentido, este libro pretende describir un posible itinerario hacia la madurez individual y relacional del ser humano.