El antiguo Egipto, una de las primeras civilizaciones nacida alrededor del 3000 a. de C. en los fértiles valles del Nilo, sigue maravillándonos hoy día con su grandeza y poder. La historia de la reina Hatshepsut es muy compleja. Ella sabía que la legitimidad de su gobierno siempre estaría en entredicho, ya que se había opuesto a Maat, el orden supremo que avalaba la tradición. Y es que el que una mujer ocupara el trono no formaba parte de la tradición egipcia. Sin embargo, en el caso de Hatshepsut, el tiempo fue un gran juez. A pesar de las muchas objeciones de sus adversarios, que deseaban eliminarla de la historia, Hatshepsut se convirtió en la figura más destacable entre los gobernadores más sobresalientes de Egipto.