La búsqueda de lo que hoy conocemos como fotografía forma parte una compleja trama de experimentos llevados a cabo por numerosos científicos y aficionados a las artes no solo en las grandes metrópolis europeas, sino también en los sitios más apartados de la civilización occidental. Esta obra nos presenta las pesquisas, zozobras y hallazgos de Hercule Florence, francés afincado en el interior de Brasil, quien, en 1833, logró fijar imágenes visibles a través de la cámara oscura, además de proponer el uso del negativo y bautizar el descubrimiento con el nombre que hoy le damos: fotografía.
Después de más de doscientos años de su nacimiento, resulta fascinante conocer a quien imaginó diferentes experimentos precursores de la fotografía. Su descubrimiento no cabe dentro del mundo de las coincidencias, sino que responde a la búsqueda decimonónica por mejorar los medios de reproducción de la imagen, privilegiada desde entonces como una senda del conocimiento. El análisis de Kossoy no se agota con la fotografía; por el contrario, a partir de ella abre el camino a la reflexión sobre las maneras en que la cultura latinoamericana ha sido abordada.