Entre 1851 y 1958 las Iglesias cristianas viven un periodo de intensa actividad propagandista y evangelizadora. Uno de los recursos empleados para recabar apoyos a dicha empresa es la exposición misional, en la que se muestran materiales etnográfi cos de las poblaciones evangelizadas, se organizan espectáculos teatralizados que recrean las formas de vida de los pueblos salvajes y, en ocasiones, se exhiben nativos que representan sus antiguos modos de vida. En esta obra se estudian el desarrollo y los contenidos de estos eventos en Europa, Estados Unidos y Canadá. Se revisan tanto las exposiciones misionales autónomas como la participación de las Iglesias cristianas en las exposiciones coloniales y en las secciones igualmente coloniales de las exposiciones universales más relevantes. Se hace un análisis comparativo entre las exposiciones católicas y las protestantes, y se estudian los cambios operados en unas y otras desde sus orígenes decimonónicos hasta los nuevos contextos que se documentan en el período de entreguerras y en la primera exposición universal de la posguerra, la de Bruselas de 1958.