El siglo XVIII inglés vio la aparición de numerosas obras centradas en la figura de la lectora quijotesca. Ya leyeran romances, obras de teatro o novelas, ya fueran imitadoras de caballeros andantes, visionarias románticas, agitadoras políticas o idealistas empedernidas, las mujeres quijote se erigieron como símbolo de subversión, tanto en política de género como en el área de la tradición literaria. Se convirtieron en el locus perfecto para reflejar las tensiones sociales, políticas, religiosas o culturales de su época, al mismo tiempo que ofrecían una reflexión sobre el diálogo entre géneros literarios a primera vista opuestos.
El presente volumen traza por primera vez una cartografía de mujeres quijotescas británicas en el largo siglo XVIII, la cual busca exponer la riqueza de la tradición quijotesca y la maleabilidad del personaje de la mujer lectora. Además, explora los debates que rodean la lectura femenina y las paradojas que encarna la mujer quijote, para llegar a la conclusión de que no hay personaje más complejo y fascinante que el de una lectora.