Lo único imposible es aquello que no intentas.
Ser un mapmaker es una elección. Significa dibujar tu propio mapa, hackear las reglas, crear, cambiar el mundo creando cambio en las personas. Significa salir ahí fuera y luchar contra el statu quo. Ser un mapmaker (dibujante de mapas) es estar lo suficientemente loco como para pensar que puedes cambiar el mundo. Un mapmaker es alguien que sabe que la lucha no es contra otros, sino contra uno mismo. Esa es la buena lucha, la que hay ahí dentro, en tu interior. Un mapmaker falla mucho y aprende rápido. Los dibujantes de mapas son tan buenos porque saben trazar mapas donde no existen caminos. El arte de dibujar mapas es navegar por donde nadie ha navegado antes.
Navegar sin un mapa requiere visión y la voluntad de llevar a cabo lo que has visualizado, y tener la suficiente determinación y locura como para saber que lo que vas a hacer es prácticamente imposible, que nadie lo ha hecho hasta ahora, que hay una posibilidad entre 1.000. En Mapmakers el lector encontrará un carga de motivación excepcional para dar un paso al frente, lanzarse a liderar su vida, asumir riesgos y abrazar la incertidumbre.