La Trecena parte de comedias de Lope de Vega salió a la luz en enero de 1620. En ella se mantiene la misma
preocupación que el autor había mostrado desde la Parte novena por asegurar la autenticidad de sus textos, pero añade
dos novedades fundamentales: redacta dedicatorias individuales para cada comedia y encabeza cada pieza con la mención
expresa del director de la compañía a la que la había vendido, para evitar posibles imposturas. La Trecena parte se
perfila, así, como un ejemplo vivo de los entresijos editoriales y comerciales del teatro seiscentista y de la
estudiada implicación de Lope en una empresa que era, en última instancia, la que aseguraba su éxito.