Esta obra agrupa diversos trabajos del autor sobre un mismo tema: la doctrina de la imputación. Dicha doctrina, de raigambre filosófica muy antigua, se halla en la base de las teorías del delito elaboradas por la dogmática jurídico-penal en tiempos más recientes. La doctrina de la imputación elaboró ya conceptos que todavía pueden seguir aportando mucho a la dogmática penal. Conceptos como los de dolo y error, antijuricidad y culpabilidad, error vencible y error inexcusable, tentativa e imprudencia..., pertenecen hoy al bagaje común de los penalistas. Y se encuentran ya en las primeras reflexiones sobre la acción humana y la responsabilidad por los propios actos. Por eso, lejos de una mera erudición sobre los orígenes históricos de las instituciones, esta obra se propone ahondar en las raíces de las categorías para encontrar el sentido que las inspira y el contenido que las justifica. A las obras anteriores del mismo autor sobre esta temática, se suma ahora esta recopilación de estudios (2002-2014), que vienen a completar planteamientos que quedaron inconclusos o que eran susceptibles de desarrollo.