Sea cual sea lo que pueda y deba decirse del amor, es del todo evidente que el verdadero amor exige olvidarse de uno mismo. Muchas personas utilizan la palabra “amor” y afirman su realidad sin comprender del todo el significado de la palabra o sin ser capaces de amar profundamente. Ésta es la prueba del verdadero amor: ¿Podemos realmente olvidarnos de nosotros mismos? En el mercado hay muchos sucedáneos a los que equivocadamente se da el nombre de amor. A veces podemos etiquetar como “amor” la gratificación de nuestras necesidades. Incluso podemos hacer cosas por los demás sin amarlos realmente. La prueba decisiva es siempre la del olvido personal. ¿Podemos verdaderamente centrar nuestra mente en la felicidad y la realización de los demás?: ¿podemos realmente preguntar, no ya qué harán por nosotros los demás, sino simplemente qué podemos hacer nosotros por ellos? Si queremos amar de veras, debemos hacernos estas preguntas, porque hemos de ser conscientes de que somos muy capaces de utilizar a la gente en provecho nuestro para satisfacción de nuestras profundas y palpitantes necesidades humanas, y engañarnos pensando que se trata realmente de amor. JOHN POWELL, jesuita graduado en Filosofía, Teología y Lenguas Clásicas, fue profesor en la Loyola University de Chicago, su ciudad natal. Es autor de más de veinte libros que han sido traducidos a treinta idiomas y de los que se han vendido más de 15 millones de ejemplares en todo el mundo. ¿Por qué temo decirte quién soy?, publicado en Sal Terrae en 1989, va ya por su 16ª edición.