El 17 de septiembre de 1975 el autor estaba hablando por teléfono durante una tormenta; un rayo alcanzó la línea telefónica y Dannion Brinkley fue lanzado por los aires.
Sufrió un paro cardíaco y murió. Cuando dictaminaron su muerte, ya viajaba a través de un túnel oscuro, hacia un ser espiritual que lo condujo a una ciudad de cristal bañada en luz y tranquilidad, donde trece instructores angelicales le hablaron de los acontecimientos que estremecerían al mundo, incluidos el desastre de Chernobil, la Guerra del Golfo o la crisis actual. A raíz de esta experiencia, el autor descubrió que había despertado en él la capacidad de leer la mente de las personas.
Durante su azarosa vida, Dannion Brinkley volvería a visitar en sueños a sus consejeros, y catorce años después vivió otro trance semejante. Desde entonces dedica su vida a cuidar enfermos y ancianos y a difundir las revelaciones que recibió.
Esta obra ha sido prologada por Raymond Moody.