El avance de la construcción de viviendas se ha apoyado en un incremento muy notable del endeudamiento de las familias, que se ha situado a un nivel tal que las obligaciones financieras contraídas comprometen una porción ya muy elevada de su renta disponible. La tendencia creciente no puede sostenerse indefinidamente; la acumulación de endeudamiento ha sido posible por el prolongado descenso de los tipos de interés, nominales y reales, y por el fácil acceso a la financiación internacional de nuestro sistema bancario. Ninguna de esas circunstancias conforma las expectativas actuales. Todo parece indicar que la vivienda, que ha estimulado el crecimiento económico y el empleo durante un largo periodo, influirá en sentido contario en los próximos años. éste es el escenario que analiza el autor con detalle